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El Sistema de Alimentación Ininterrumpida (SAI) es muy valioso en empresas, industrias, hogares y hospitales. De hecho, el SAI es indispensable en los centros de datos. Sobre todo, en aquellos que requieren operar de forma continuada las 24 horas del día. Es el caso de las clínicas, las compañías de telecomunicaciones y los bancos.

Los fallos de luz en el suministro eléctrico provocan el apagado imprevisto de todos los dispositivos, lo que puede conllevar su avería y la pérdida de datos. Sin embargo, un SAI suministra electricidad de forma segura durante un apagón y protege a los aparatos conectados.

La importancia de las baterías

El tamaño del SAI depende de la potencia requerida, es decir, de los dispositivos que se quieran proteger. El número de baterías del SAI también es importante, y más aún en un centro de datos, ya que la autonomía de los dispositivos aumenta al añadir más baterías.

A pesar de su importancia, la principal causa de los periodos de inactividad de los centros de datos es el fallo de las baterías. Así lo recoge el informe de Ponemon Institute, así como explica que una celda en mal estado en un banco de baterías puede corromper todo el sistema de respaldo de un centro de datos durante un corte eléctrico.

La importancia del mantenimiento

Las revisiones periódicas son necesarias para el mantenimiento de los SAIs y para la prevención de los fallos en sus baterías. De esta manera, el SAI de los centros de datos seguirá funcionando de forma eficiente y óptima ofreciendo una protección ininterrumpida a los dispositivos conectados.

Las baterías de un SAI han de reemplazarse cada tres años, según los fabricantes, aunque la frecuencia puede variar. Los factores que incrementan su vida útil o la disminuyen son la temperatura y el mantenimiento de las baterías almacenadas. Un ejemplo de SAI más potente es el LA-ON-1K-LCD.

SAI LA-ON-1K-LCD de Lapara.

Respecto a la temperatura, por regla general, un SAI no debe exceder los 25ºC. Una temperatura superior disminuye la longevidad de la batería. Por tanto, el SAI debe estar en un lugar fresco y seco. También es importante no sobrecargarlo. La carga nunca debe funcionar al 80 % de su capacidad. Por ejemplo, un SAI de 400 vatios, no debe conectarse con los equipos que consuman más de 320 vatios.

Por último, hay que recordar que la vida de las baterías disminuye si no están en funcionamiento. Si el SAI está almacenado sin ser usado, se aconseja cargar y descargar las baterías de forma periódica. Además, a pesar de que la mayoría de los SAI incorporan sistemas de autocalibración, es recomendable no realizar este proceso más de una vez al año.

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