Los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (SAI) protegen los equipos conectados a ellos de los fallos del suministro eléctrico, por ello es importante que los SAI estén funcionando correctamente. Para ello le recomendamos periódicamente un mantenimiento de los SAI.

Evitar los fallos en los sistemas SAI es fundamental, sobre todo en los momentos en los que deben sustituir al suministro de la red eléctrica, especialmente en instalaciones sensibles y críticas como por ejemplo equipos médicos, informáticos o industriales, en las que es necesario garantizar una alimentación continua y estable.

En primer lugar, es fundamental elegir el tipo de SAI adecuado a las características de la instalación a la que alimentará para así tener el SAI adecuado al equipo que vayamos a conectar. Recuerde que si los dispositivos necesitan más energía de la que el SAI puede suministrar, el SAI no lo soportará y se caerá todo, incluso con las baterías a plena carga.

¿Por qué se producen fallos en sistemas SAI?

Los condensadores de potencia son, junto con las baterías y circuitos de alimentación del equipo, los componentes más susceptibles de provocar fallos en un SAI, siendo las principales causas que producen un mal funcionamiento la tensión y la temperatura.

  • La tensión: los condensadores regulan el almacenamiento de la energía en las baterías disociando la carga negativa de la positiva. Sin embargo, si se sobrepasa el límite de voltaje que puede soportar la película encargada de realizar esta ruptura dieléctrica, su sistema de regulación falla sobrecargando la batería y provocando cortocircuitos en las líneas del SAI.
  • La temperatura: la elevación de la temperatura en el SAI o una mala ventilación pueden provocar el deterioro del mismo, afectando a esta misma función y provocando su ineficacia.

Evita fallos en los SAIs

Para prevenir los fallos en los SAIs debemos:

  • Sustituir los componentes del SAI antes de agotar su vida útil: La observación y el registro de datos de los SAI han permitido a los fabricantes predecir el comportamiento y durabilidad de las baterías en función de las condiciones de trabajo y deben ser tomadas en cuenta para prever su agotamiento y garantizar un óptimo rendimiento de los mismos.
  • Situar el SAI en entornos con una temperatura en torno a los 20ᵒC y de tal modo que las baterías estén bien ventiladas, así ayudará a evitar fallos por sobrecalentamiento del SAI.
    Superar dicha temperatura provocará que la vida de las baterías se reduzca a la mitad por cada 10ᵒC que esta aumente. Por ello, será conveniente equipar la habitación donde estén instalados los SAIs con un sistema de aire acondicionado para mantener la temperatura adecuada para alargar la vida y garantizar el correcto funcionamiento del equipo.
  • Por supuesto, es imprescindible realizar un correcto mantenimiento del equipo y sustitución de las baterías antes de que estas estén agotadas.

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